MAURICIO

Es imposible hablar del paraíso sin haberlo alcanzado. Es lo que debió pensar Mark Twain cuando escribió que “primero se hizo Mauricio y después el cielo; y el cielo se copió de Mauricio”. Esta isla se disfruta incluso antes de aterrizar. Y no solo por la calidad del servicio de Air Mauritius, la mejor aerolínea del Océano Índico. Mauricio es lo más parecido al paraíso en la Tierra. No le ha hecho falta ayuda para lograr tan magno título, es que méritos no le faltan. Es el escenario perfecto de una postal de ensueño diseñada solo para los ojos y, por suerte, también para el deleite, porque aquí se viene para disfrutar. La República de Mauricio es uno de los grandes destinos de África. Ubicado en mitad del Océano Índico y habitado por un pueblo multirracial y pacífico, resulta inevitable afirmar que este destino es famoso por sus aguas de zafiro, sus playas de arena blanca y sus hoteles de lujo. Pero hay mucho más atractivo aquí que la playa, un tipo de lugar que recompensa incluso los intentos más pequeños de exploración o el hecho de poseer uno de los mejores jardines botánicos del mundo. En la Ile aux Cerfs (isla de ciervos), donde se puede y hasta se debe, o al menos intentarlo, jugar a golf en el Ile aux Cerf Club uno de los campos más prestigiosos del mundo: 18 hoyos, par 72. De fondo, el escenario mágico de la isla, cuyas aguas están consideradas las más puras del destino. También se encuentra uno de los conceptos de alojamiento más interesantes de todo Mauricio, Tres burbujas ubicadas en la isla que cuentan con todo tipo de comodidades y un diseño de lo más atractivo que permite disfrutar de un cielo estrellado como telón de fondo de una estancia inolvidable. Mauricio es una isla volcánica descubierta por primera vez por los árabes en 975; holandeses en 1598. Los franceses llegaron en el siglo XVIII, seguidos por los británicos, Las capas de migración han dejado huella en la sociedad, una cocina a fuego lento con sabores indios, franceses, chinos y criollos que se percibe nada más poner un pie en la isla. En el sur de la isla se encuentra una de sus siluetas más reconocibles, Le Morne. Patrimonio Mundial de la UNESCO, esta esbelta montaña es uno de los lugares más visitados, y fotografiados, de Mauricio, todo un caramelo para Instagram. La capital, Port Louis. A pesar de no ser una ciudad bonita, imprime carácter.