MÉXICO

México es famoso por su tratamiento único de la muerte y por extensión, de la vida.El Día de los Muertos es una celebración antigua, compleja y profundamente sentida en la que personas de todo México recuerdan y rinden homenaje a sus seres queridos que han fallecido.A menudo mal entendido y simplificado en exceso, el Día de los Muertos es, en esencia, un recordatorio de que la vida, ya sea la de un ser querido fallecido o la propia, es fugaz y debe celebrarse. Entrelaza el duelo y el recuerdo con alegría. Es una celebración mexicana por excelencia, llena de familia, comida y música, donde todos son bienvenidos y ninguno es olvidado.El Día de Muertos se remonta a más de mil años, entre los pueblos indígenas del centro de México, los toltecas y los aztecas, quienes creían que los espíritus de los muertos regresaban a sus comunidades una vez al año. Cuando llegaron los colonizadores españoles, la celebración evolucionó para incluir tradiciones y rituales católicos.Hoy en día, el Día de los Muertos se considera una celebración de la muerte tan singular –y una parte central de la experiencia mexicana– que su importancia cultural ha sido reconocida por la Unesco. Cada región de México celebra el Día de los Muertos de manera un poco diferente, aunque hay puntos en común en todo el país.
Nuestra experiencia sigue hacia Tequila, en un tranquilo trayecto de una hora y media de duración a través de los verdes parajes de Jalisco. Llegada a este Pueblo Mágico que además es Patrimonio de la Humanidad, con sus campos de Agave Azul que dan origen a una de las bebidas espirituosas más famosas de México, así como una Hacienda productora de tequila para conocer el proceso de elaboración y denominación de origen de este destilado.